12.3.15

Ley Antipiquetes - PARTE IV

La cuarta y final. Acá dejo un breve listado (sino sería imposible) de piquetes que terminaron con incidentes entre manifestantes y efectivos policiales. Al final, un solidario y honesto llamado a la reflexión.

En medio de las dos grandes marchas de Moyano, también hubo piquetes e incidentes. El siete de julio de 2014, en Av. General Paz a la altura del límite entre Capital y el partido de San Martín, oficiales de la Policía Federal debieron reprimir a manifestantes de las empresas Emfer y TATSA con camiones hidrantes por obstruir la vía pública totalmente. A pesar de esto, los ferroviarios agredieron a la policía con piedras, que respondió arrojando gases lacrimógenos. Otro caso con incidentes ocurrió la primera semana de febrero de 2014. Los vecinos de Agua de Oro y Pico Rojo, en el partido de General Rodríguez, se reunieron para reclamar al municipio local sobre la solicitud extendida para la construcción de nuevos túneles pluviales, para aliviar las recientes inundaciones. El piquete fue reprimido por oficiales de Gendarmería Nacional cuando los manifestantes obstruyeron por completo la autopista Acceso Oeste. Estos resistieron tirándoles piedras a los efectivos policiales, que respondieron con balas de goma. La segunda semana de febrero fue aún más trágica. El miércoles 18, en la localidad chaqueña de Pampa del Indio, precisamente en la ruta 3 –a 200 km al norte de Resistencia-, 29 efectivos policiales fueron baleados y heridos a machetazos cuando intentaban dispersar un piquete levantado por la Corriente Clasista Combativa (CCC) y ciertas agrupaciones aborígenes y campesinas en ese lugar. También resultaron heridos de bala de goma más de 10 aborígenes.

El tres de junio de 2014, choferes de la línea 60 decidieron trabajar durante doce horas sin cortar boleto en reclamo al congelamiento de salarios. Cuando decidieron frenar y adueñarse de la calzada y la calle, en Avenida Maipú y General Paz –partido de Vicente López-, efectivos policiales intentaron frenarlos. El resultado final del enfrentamiento fueron cuatro policías heridos. El viernes nueve de enero de 2015, en Autopista Dellepiane, vecinos del barrio Cildañez cortaron totalmente el tránsito durante más de cinco horas reclamando que no tenían luz. La congestión fue tal que efectivos de la Policía Federal y Metropolitana debieron dispersar los manifestantes con camiones hidrantes. Los vecinos respondieron aventando piedras y hubo detenidos. El jueves 25 de julio de 2013, empleados municipales protestaron frente a la Federación Argentina de Municipios (FAM) para que se arregle la paritaria del sector. Para eso, cortaron un tramo bastante amplio de la avenida 9 de Julio, con epicentro en la intersección con avenida Córdoba. La congestión provocó el desvío de todos los colectivos que hacen los tres kilómetros de Metrobus, y cuando intervino la Guardia de Infantería de la Policía Federal para disipar el piquete y lograr la libre circulación, los manifestantes repudiaron a los oficiales con violencia, lo que provocó serios incidentes. El saldo final fueron siete detenidos y tres personas heridas.

Hay momentos de la realidad donde las tapas de los diarios son esquemas de los días, horarios y lugares en los que habrá piquetes o protestas. O también alertas sobre “paros totales” que hacen ciertos sindicatos y que dejan al país entero sin transporte, haciendo imposible llegar al trabajo o en caso de emergencia, a un hospital. Las consecuencias que pueden derivar de semejantes actos son catastróficas y los ejemplos incontables, como ha visto. Yo, como ciudadano, no merezco llegar tarde al trabajo y correr el riesgo de que me despidan o descuenten plata del sueldo porque Hugo Moyano está disconforme con las políticas adoptadas por el gobierno y decida paralizar el país, haciendo además imposible que funcionen correctamente servicios fundamentales como la educación y la salud. Encima de que ya hay problemas en el sector educativo y todos los años el comienzo de clases es un parto, también se frenan las actividades en ocasiones así. Es un derecho que están dañando cuando tranquilamente todo puede ser evitado y las protestas podrían realizarse en espacios verdes. 

Nos conviene y necesitamos de la ley antipiquetes. Por otro lado, si todos bajáramos un cambio, nos manifestáramos pacíficamente, preocupándonos más por el mensaje que por la forma, no la necesitaríamos en absoluto. Pero la lista de piquetes con incidentes continúa por los siglos de los siglos. Parece una continuación a las declaraciones de Néstor Pitrola, cuando dijo que los paros siempre iban acompañados de piquetes, a lo que pasa en realidad: los piquetes van siempre acompañados de la violencia. La legitimidad y el patriotismo del derecho a la protesta o manifestación son indiscutibles. No escuchar por parte del gobierno es una falta de respeto a las personas que confiaron que no confiaron también. Por supuesto que hay que salir a la calle a reclamar los derechos que nos pertenecen, pero su práctica no tiene por qué intervenir con el derecho a la libre circulación, redactado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos por la ONU. Mucha gente apoya y consideran justos los reclamos de Hugo Moyano, como así también los de l sector de izquierda, y sin embargo, los sufren. ¿Por qué debemos sufrir nuestras convicciones? 

Recuerden que es más importante el mensaje que la forma. Se puede decir mucho con muy poco, sin necesidad de terminar con gente herida y detenida.

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