La tercera parte sobre el proyecto de ley pone en evidencia la necesidad de esta medida. Un ejemplo magnífico son los paros nacionales organizados por Hugo Moyano y también los piquetes propiciados por agrupaciones de izquierda. Los incidentes son una marca registrada. Parece ser que la importancia reside más en la forma de protestar que en el mensaje.
En la segunda parte terminé hablando de Hugo Moyano. Hablemos de él. ¿Qué piensa usted
cuando le dicen Hugo Moyano? Hugo Moparo es lo que yo pienso. Es inconcebible
una persona que no relacione el nombre con la parálisis, el “otra vez sopa”, el
“no sé cómo mierda voy a hacer para llegar al laburo”, “¡la puta madre que te
parió!”. Inclusive hasta cuando sos partidario de las ideas de este hombre, se
dicen o piensan las mismas frases. El hombre no le escapa ni al avance de la
tecnología o las redes sociales y los nuevos “memes”, haciendo cómicas ciertas
situaciones o agregando frases. Siempre hay uno de él donde lo cargan por los
paros. Algo parecido al caso de Elisa Carrió, cuyas fotos terminan siendo más
populares porque se convierten en memes. Hugo Moyano pasó a la historia –hace
rato- como “El Hombre Parálisis”.
En los últimos tres años, la CGT opositora a cargo de Moyano
organizó tres grandes movilizaciones sindicales con similares reclamos:
impuesto a las ganancias, transparencia en los índices de inflación, nuevas
condiciones de paritarias, caída del empleo, entre otros. La primera sucedió el
20 de noviembre de 2012, la segunda el 10 de abril de 2014 y la tercera el 28 de
agosto del mismo año. La diferencia entre la primera y las dos últimas, es que
éstas fueron las que mayor adhesión tuvieron, incrementando la parálisis del
sistema. También se registraron múltiples heridos.
Según sus organizadores -Moyano, Barrionuevo y Micheli-, la adherencia de la gente el 10 de abril fue del 95%. A esto hay que sumarle que en repudio al paro, la izquierda reaccionó con varios piquetes. Los tres dirigentes declararon que en el paro quedaron de manifiesto la “bronca y desencanto de la gente”. Moyano preguntó: “¿De qué paro me están hablando? Esta es la expresión de la gente, pidiendo al gobierno que escuche sus reclamos”. Por parte del gobierno interpretaron una huelga política, desestabilizadora. Por supuesto, en internet, las redes sociales estaban en llamas con tweets en contra de ¡Three Amigos! Todo el mundo “normal” (como nos solemos llamar) los puteó de arriba a abajo. Así que si, la gente mostró su descontento, pero para con Moyano.
Según sus organizadores -Moyano, Barrionuevo y Micheli-, la adherencia de la gente el 10 de abril fue del 95%. A esto hay que sumarle que en repudio al paro, la izquierda reaccionó con varios piquetes. Los tres dirigentes declararon que en el paro quedaron de manifiesto la “bronca y desencanto de la gente”. Moyano preguntó: “¿De qué paro me están hablando? Esta es la expresión de la gente, pidiendo al gobierno que escuche sus reclamos”. Por parte del gobierno interpretaron una huelga política, desestabilizadora. Por supuesto, en internet, las redes sociales estaban en llamas con tweets en contra de ¡Three Amigos! Todo el mundo “normal” (como nos solemos llamar) los puteó de arriba a abajo. Así que si, la gente mostró su descontento, pero para con Moyano.
Ese día se cortó el servicio de trenes, subtes, colectivos,
vuelos y recolección de basuras. También cerró Tribunales, la Administración
Pública y no se pudo cargar nafta. Las entidades bancarias funcionaron
parcialmente, lo que por supuesto complicó las cosas de todas maneras. La
izquierda militante decidió diferenciarse de los sindicatos y cortó varios
puntos de la Capital y Provincia, como así también de Córdoba, Santa Fe y
Mendoza. La mañana del 10 de abril comenzó con un piquete de militantes de Polo
Obrero y MST, en el kilómetro 35 de la autovía, en Autopista Panamericana. A
los pocos minutos de comenzada la protesta, jóvenes manifestante agredieron con
piedras a gendarmería que intentaba, formando una barrera humana, correrlos de
la autopista y permitir que la gente circule. La represión llovió con balas de
goma. En el escándalo, seis oficiales resultaron lesionados (uno de ellos fue
agredido con un matafuego y debió ser trasladado en ambulancia al hospital).
Ahora, dejemos algo en claro: el que piense que puede cortar en hora pico una calle/autopista como lo es Panamericana, está loco de remate. Además, no solamente en Argentina la policía va a actuar si es agredida. Se entrevé un haz de luz anárquico e individualista en el comportamiento social argentino. El puente Pueyrredón estuvo cortado hasta pasadas las 13, también se cortaron las intersecciones entre las calles Corrientes y Callao, y Córdoba y Junín; el puente La Noria, Autopista Illia y el acceso Oeste. ¿Hace falta decir que la ciudad fue un caos ese día? ¿Necesitamos o merecemos esto? No llevemos al extremo la manifestación, el piquete. Las cosas malas, son malas por algo.
Ahora, dejemos algo en claro: el que piense que puede cortar en hora pico una calle/autopista como lo es Panamericana, está loco de remate. Además, no solamente en Argentina la policía va a actuar si es agredida. Se entrevé un haz de luz anárquico e individualista en el comportamiento social argentino. El puente Pueyrredón estuvo cortado hasta pasadas las 13, también se cortaron las intersecciones entre las calles Corrientes y Callao, y Córdoba y Junín; el puente La Noria, Autopista Illia y el acceso Oeste. ¿Hace falta decir que la ciudad fue un caos ese día? ¿Necesitamos o merecemos esto? No llevemos al extremo la manifestación, el piquete. Las cosas malas, son malas por algo.
Para agosto de 2014 estaba preparado otro paro nacional por
Moyano, Micheli y Barrionuevo. Justo cuando, como ya dije, se retomaba el
debate sobre el proyecto de ley antipiquetes en la Comisión de Asuntos
Constitucionales de la Cámara baja. El 28 de agosto se frenó el servicio de
aviones, trenes, bancos, camiones de basuras, estaciones de servicios, bares y
de los puertos. Los servicios parcialmente afectados fueron el subte, las
escuelas, Tribunales y los hospitales (sólo frenaron los manejados por ATE). Los
estacionamientos, taxis y colectivos (UTA) funcionaron normalmente. Al igual
que la marcha anterior, se reclamó por la caída del empleo, el impuesto a las
ganancias, la inflación, un aumento a los jubilados y la reapertura de
paritarias, entre otros temas también planteados. La izquierda hizo lo mismo
que en abril: cortaron otra vez Autopista Panamericana, en el kilómetro 35 de
la autovía, con empleados de la empresa Donnelley. Junto a ellos se mostraron los
dirigentes de Kraft, Lear, PepsiCo, FATE y los diputados Nicolás del Caño y
Christian Castillo (PTS).
A diferencia de la última vez, los manifestantes llegaron a un acuerdo con Gendarmería y liberaron tres carriles, pudiéndose quedar en una parte de la autopista. Los diputados luego se dirigieron hacia el puente Pueyrredón, junto a dirigentes de Coca Cola y ex empleados de Shell, Calsa y Honda. Ahí los forcejeos entre los piqueteros y oficiales de prefectura no se hicieron esperar al estar aquellos obstruyendo las vías de acceso a la ciudad por completo. Sin embargo, sí se repitieron los cortes en el puente Alsina, puente Saavedra, Plaza de Mayo y la intersección de Corrientes y Callao, donde también hubo forcejeos con oficiales. El diputado nacional por el Frente de Izquierda, Néstor Pitrola, declaró en aquel entonces que había piquetes “en Pavón y Mitre” y que había “un enorme despliegue policial". "Los piquetes están en las avenidas de acceso”. Además justificó la medida asegurando que “toda la vida los paros han tenido piquetes”.
A diferencia de la última vez, los manifestantes llegaron a un acuerdo con Gendarmería y liberaron tres carriles, pudiéndose quedar en una parte de la autopista. Los diputados luego se dirigieron hacia el puente Pueyrredón, junto a dirigentes de Coca Cola y ex empleados de Shell, Calsa y Honda. Ahí los forcejeos entre los piqueteros y oficiales de prefectura no se hicieron esperar al estar aquellos obstruyendo las vías de acceso a la ciudad por completo. Sin embargo, sí se repitieron los cortes en el puente Alsina, puente Saavedra, Plaza de Mayo y la intersección de Corrientes y Callao, donde también hubo forcejeos con oficiales. El diputado nacional por el Frente de Izquierda, Néstor Pitrola, declaró en aquel entonces que había piquetes “en Pavón y Mitre” y que había “un enorme despliegue policial". "Los piquetes están en las avenidas de acceso”. Además justificó la medida asegurando que “toda la vida los paros han tenido piquetes”.
Hermosa visión de Pitrola. Un ejemplo a seguir. La ciudad en
llamas por la parálisis y usted fomentándola. Es como si dijera: “y con esto va
a quedar todo perfecto”. Lo gracioso de todo esto es que el
mismo día, el ministro de trabajo Carlos Tomada, salió a contestar diciendo que
el reclamo “no tiene prioridad para el gobierno”. Y por otro lado, el diputado
nacional por el FPV, Edgardo Depetri, declaró que eran los mismos sindicalistas
“que promueven los saqueos en diciembre”.
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